Queda la música
Enebro mis recuerdos con hilos de viejas canciones y doy forma a fuerza de puntadas, la piel de mi historia, una historia común de un ser común. Cada nota trae escenas de un tiempo perdido, donde los actores y el paisaje han dejado de ser reales, difuminados en neblinas de añoranzas. Difícil manejar el “tempo” de la vida, a veces el azar se pone de tu lado y te ordena los acontecimientos, te los hace ser abordables y asimilas de ellos cada experiencia; cuando no es así, estos te atropellan , te arrastran y golpe a contra todo lo que encuentras a tu paso, dejando solo cicatrices que nunca cesan de supurar. A pesar de todo sonrío, es saludable sonreír, reírte de tu misma torpeza, de tu cuerpo lleno de moretones y de esa manía de vivir el mañana con la angustia del hoy. He tomado nota; mi peor enemigo soy yo mismo, un enemigo contra el que he luchado toda mi vida, intentando vencer en cada momento; afilado cincel que ha ido esculpiendo lo que veo delante de...